Con las altas norte del Mar de Noruega estáticas y las de Azores al sur de su nido, la corriente en chorro se frena y fragmenta su recorrido general al este haciendo que los centros de presión tengan poco movimiento.
Al sur de las altas norte y al norte de las altas sur, es decir, en una franja Caribe-Terranova-Irlanda, se va formando un tren de bajas atlánticas, unas nacidas en el calor y otras en el frío, bajas que por su estaticidad buscan por donde salir del vector de largo recorrido.
La baja actual al oeste irlandés lleva varios días ahí y aún se quedará dos días más. Esta estaticidad general es la que está dando estas lluvias torrenciales en algún lugar. Es un patrón diferente en el cual por un lado hay una persistencia de vientos, con sus consecuencias de aumento de horas en situaciones locales, y por otro, al no recibir alimento de masas nuevas, no deja que se profundicen demasiado las bajas. El patrón de movimiento al este genera situaciones efímeras, y el de estaticidad situaciones más persistentes. Paradojicamente el patrón de estaticidad, al no recibir a largo plazo alimento de masas opuestas, genera a nivel local situaciones efímeras, y el de dinamismo puede llegar a generar situaciones de paso de trenes de bajas o ríos atmosféricos. Gracias a esta polaridad o paradoja se produce un equilibrio ya que estos dos patrones se entrelazan en el tiempo.
El anticiclón de Azores va a estar una temporada al sur de su posición cotidiana. Esto significa probabilidad de bajada de chorro y aparición, si no de bajas oeste, de paso de frentes. Como bien sabemos, el contraste preotoñal del calor del océano y las temperaturas en altura, más frías, es el motor que va a activar mucho el Atlántico, y en ocasiones el Mediterráneo.
Son muchas las piezas implicadas en el panorama general.
La situación general va a seguir estado estancada hasta el jueves-viernes en donde se recupera algo del movimiento al este con un chorro, aunque aún fragmentado, más estructurado.
Si nos aventuramos al largo plazo hacia el lunes 12, encontramos un chorro más formado, con su río norte muy al norte y el sur entrando por Galicia-Cantábrico.
Todo el panorama del tren de formación de bajas atlánticas, tanto venidas de la costa este de Norteamérica como de Terranova-Groenlandia irán confluyendo en esa zona del rugiente sur de Islandia para irse acercando a Europa de manera predimpredecible, sobretodo para nuestra península.
De momento tenemos dos factores a favor que parecen estables:
- Las altas de Azores se mantienen bajas de latitud: baja el chorro y hay más probabilidad de precipitaciones.
- La estaticidad de las altas rusas y su tapón de la estaticidad asociado desaparecen: aumenta el movimiento al este de la realimentación atlántica.
En contra tenemos otros dos, ya conocidos, que son una de las causas de que en términos generales haya una tendencia recurrente a la impermeabilidad en nuestra zona:
- La oblicuidad del eje de la dorsal atlántica en ocasiones en donde se desplaza al sur y aplana su eje.
- La tendencia de las altas a prolongarse por el Mediterráneo occidental hacia el norte de África.
Para que el eje del A oeste deje de alargarse y permita el paso de precipitaciones deben de aparecer otras fuerzas como por ejemplo la apertura del vector norte, mapa a largo plazo del GFS, que permitiría el paso de lleno de los húmedos oestes:
Acumulados de precipitación de aquí a largo plazo.