Esto ya es una cuestión de pereza, pero vuelvo a insistir.
Hace 5-6 años, un compañero de la brigada de incendios forestales, junto con su hermano, decidió poner una pequeña ganadería para complementar el raquítico sueldo y, de paso, asegurarse los garbanzos en caso de lesión (es un trabajo duro: motosierra en invierno y fuego en verano) incapacitación o recorte de presupuestos . Pues bien, pidieron la interminable ristra de permisos y licencias (ahí sí que habría que meter la tijera, fíjate tú), y construyeron una nave donde empezaron con unas cuantas cabezas y andan ya por las 300. Las cosas les van bien, van amortizando gastos porque la leche se paga cara hoy en día.
No sé cómo tratan al ganado en el Aliste zamorano, pero en la nave de mi amigo no entra ni dios. Ni animal, ni persona. Tan sencillo como guardar el ganado por la noche y pastorearlo en persona durante el día.
¿Qué parte de todo este asunto me estoy perdiendo?