En plena segunda ola de calor de este larguísimo verano que comenzó en mayo (y a buen seguro que no la última), aprovecho para decir que los datos de junio de 2022 no admiten discusión alguna. Como norma general, en la comarca de Requena-Utiel (y supongo que esto es extrapolable a muchas otras comarcas y regiones) la media mensual, la media de mínimas y la media de máximas han sido históricas, presentando valores propios de los meses de julio y agosto de la serie 1961-90, siendo en algunas estaciones incluso superiores.
Muchos han recurrido a los valores máximos históricos del mes de junio de décadas anteriores para defender que el calor acaecido este mes de junio era completamente normal y que la memoria es corta, negando lo evidente (que es lo que otros defendemos, no solo en base a la experiencia sino que los datos nos avalan): en algunas zonas los veranos son cada vez más largos y calurosos, sobre todo desde 2009 que es un no parar. En muchas estaciones junio de 2022 ha sido el más caluroso de la historia desde que hay registros, superando en 3 ºC la media del caluroso junio de 2019, y en 7 décimas la media del legendario junio de 2017, que destacó en Requena-Utiel no solo por el calor diurno sino por una media de mínimas extraordinariamente alta (que estuvo 3 ºC por encima de la media de la serie de 1961-90, y 2 décimas superior a la media de mínimas de julio y agosto de esta misma serie).
Es probable que en décadas anteriores y de manera puntual se alcanzaran valores extremos superiores en algunos casos, pero eso era cada muchos años y los episodios de calor eran de escasa duración (uno o dos días) y más propios de la segunda quincena de julio y primera quincena de agosto, volviéndose enseguida a valores soportables (como hemos tenido por ejemplo en la primera semana de julio). Ahora los valores soportables se dan escasos días del verano, y el calor extremo se prolonga de 1 a 2 semanas en cada ola de calor, de las que tenemos varias cada verano (imaginad 2 ó 3 Filomenas, 2 ó 3 eneros de 2006, ó 2 ó 3 diciembres de 2001 cada invierno).
Hay que empezar a prestar atención a otros parámetros, no solo los valores absolutos sino el número de máximas superiores a 40 ºC, a 35 ºC a 30 ºC, etc., las medias de máximas, mensuales, medias de mínimas, número de mínimas tropicales, etc., número de horas al día por encima de X grados, fecha más temprana y tardía en superarse 40 ºC, 35 ºC, 30 ºC, etc., así como la recurrencia de este tipo de valores. Y entonces veréis que, en efecto, en amplias zonas la tendencia alcista de las temperaturas en los últimos 20 años y sobre todo en los últimos 10-12 años es muy acusada, a pesar de que en otras regiones el calor no haya experimentado tal tendencia.