Interesante cuestión.......... Desde luego, yo no puedo aportar ningún dato tajante al respecto, aunque dejaré una pista: las olas de frío de febrero de 1954 y 1956............... Después de la nevada general sobre la mayor parte de la Península, los libros hacen referencia a un brutal efecto albedo en las mínimas con heladas catastróficas de aquellos episodios históricos. Así que, además de advecciones frías muy potentes, una superficie nevada debe de poder intervenir mucho. Quizá no por el enfriamiento nocturno, pero sí reflejando los rayos solares durante el día, haciendo que las máximas no suban demasiado, y haciendo que la masa de aire ya esté muy fría de cara a la noche.
Quizá haría falta hacer una lista de récords de frío más o menos generalizados, y comparar con mapas de archivo, a ver de qué tipo de configuración atmosférica vinieron acompañados esos récords---