Hola Caneca, no solo yo me hice esa pregunta, si lees en los mensajes anteriores verás que victor tambien se dio de bruces con la misma cuestion. Es muy extraño. No obstante creo que pudo deberse a que las nubes bajas no consiguieron el suficiente desarrollo como para llegar a catalogarse como cumulonimbus. Curiosamente las zonas altas de las islas apenas recibieron agua en comparación con las medianias (aqui en gran canaria las presas apenas cogieron agua) ¿poca desarrollo en la vertical como para llegar a formar un nucleo tormentoso? es posible.
Pero que limitó el crecimiento de las nubes bajas, pues igual alguna pequeña inversion de temperaturas en altitud que no dejó que las nubes siguieran creciendo.
Tambien es cierto que las nubes medias(en este caso abundantes ) pueden llegar a engrosar y provocar chaparrones e incluso tormentas bastante ruidosas pero quizás se produjo estratificación de las mismas y no llegaron a desarrollarse demasiado en la vertical como para producir fenómenos tormentosos.
Por ultimo otra hipótesis no menos válida es la de bajas temperaturas en niveles atmosféricos. Fijate, si la temperatura en altura es muy baja, mucho menos de cero grados puede llegar a crearse cumulonimbus en nubes de muy poco desarrollo, ya que las gotas de agua se convierten en hielo y estas al rozar las unas con las otras en movimiento ascendente y descendente dentro de la nube acaban provocando una carga eléctrica (como si de un dinamo gigante se tratara).
En resumen, las condiciones atmosféricas de este pasado fin de semana en este sentido no fueron favorables a fenomenología tormentosa, y eso deja claro que se puede recibir mucha lluvia ya que las nubes en vez de desarrollarse en la vertical, se estratifican (altostratos abundantes productores de lluvias, combinados con nimbostratos) y por tanto nos dejan con las ganas de ver algún relámpago que de luz a la noche.
Al fin, yo pienso que cada uno de estos factores pudieron provocar que la borrasca que nos visitó el fin de semana pasado no dejara ni un solo foco tormentoso de consideración.