Lo psicológico es relacionar siempre nieve con frío, cuando en algunos casos está más relacionada con precipitación que con frío. Si hablamos de nieve en cotas bajas, vale, podemos hablar de mucho frío. Si hablamos de mucha nieve acumulada en los sistemas montañosos por encima de los 2000 msnm a finales de mayo, es sencillamente porque ha habido mucha más precipitación, y ha sido más regular a lo largo de la temporada, que otros años.
De verdad, hay que tenerlos muy cuadrados para ver los mapas que Vigorro ha puesto de AEMET, donde el 75% de la Península sufre una anomalía positiva de octubre a abril, menos febrero, y en menor medida marzo, y negar la evidencia.