Pero el calor influye indirectamente Jose Quinto.
El calor hasta un punto todavía bastante por encima al actual, hace que en este planeta las condiciones para la vida sean mucho más fáciles, al menos sobre los continentes. A mayor calor mayor CO2 (puede pasar al revés si la inyección de CO2 es descomunal), con lo cual las plantas pueden desarrollarse mucho más, lo cual a su vez lleva a una mayor cantidad de herbívoros y consecuentemente de carnívoros. Además se produce un incremento de tamaño significativo: las plantas crecen más pero son proporcionalmente más pobres en nutrientes. Ello implica que los herbívoros deban consumir una mayor cantidad de vegetal, lo que favorece a aquellos individuos que puedan desarrollar un sistema digestivo más extenso y complejo, para procesar mejor los alimentos. De ahí el increíble tamaño de los dinosaurios herbívoros y de sus predadores. A ello hay que unir que el calor favorece el ciclo vital de los seres vivos, al menos el de los reptiles.
Además en el planeta tierra mayor calor implica mayor cantidad de agua precipitable, lo que implica aún mayores facilidades para la vida. De todas formas en este punto es aún más importante que la configuración de continentes y corrientes marinas sea óptima. Durante el Jurásico tardío, Cretácico y Eoceno la tierra estaba increiblemente fragmentada, sin masas terrestres sobre los casquetes polares y sin masas terrestres extensas. Lo que favorecía la circulación de agua cálida por todo el planeta, estoy hablando de aguas tropicales a 42º durante el Cretácico. En los polos durante el Eoceno la temperatura media debía ser como mínimo de 10º, pues se han encontrado especies vegetales marinas propias de los trópicos.
Todas estas condiciones empezaron a venirse a bajo a mediados del Eoceno, con la fijación y aislamiento de la Antártida que empezó a generar eventos glaciares, y luego el cierre progresivo del Canal de Panamá entre 13-3 millones de años.