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Foro General de Seguimiento / Re:Islas Canarias. Enero de 2025.
« Último mensaje por kroneth3 en Hoy a las 16:46:15 »Como en la mayoría de las islas, en Gran Canaria ya es la enésima oportunidad que se pierde de ver correr los barrancos que alimentan las grandes presas de la isla, hoy prácticamente vacías o con muy escasas reservas por la prolongada sequía.Gracias Amagro.
Curiosamente buscando en el pasado un periodo similar a la actual situación climática de ausencia de borrascas de SW en las islas practicando para ello un poco de "arqueología climática" en los archivos de la NOAA y en otras fuentes de climatología, llama la atención nada más comenzar la búsqueda a partir del 1 enero de 1836, año de inicio del archivo, y hasta 1850 hay total ausencia de borrascas. Catorce años consecutivos donde las borrascas no descendieron del paralelo 35º norte salvo una borrasca, concretamente entre el 31-12-1848y el 03-01-1849, amén de unos pocos núcleos borrascosos de escasa entidad barométrica. No es hasta 1851 cuando se rompe "el veto" y regresan a Canarias las borrascas de SW con cierta regularidad anual. Otras fuentes consultadas corroboran en cierto modo los archivos de la NOAA como son los estudios de climatología de D. Inocencio Font Tullot que apuntan que la década de los años 40 del siglo XIX fue de sequía en todo el archipiélago. Otra fuente es el recopilatorio de D. Javier Arroyo, "Cinco siglos de la temperie canaria: cronología de efemérides meteorológicas" (1067-2009), que apunta lo siguiente:
1832: Fuerte sequía en Lanzarote y Fuerteventura que se prolongaría hasta 1846 (14 años)
1846: Plaga de langosta que desembocaría en hambre en Canarias en 1847.
En conclusiones, sin descartar posibles errores en los archivos de la NOAA debido a que hace casi dos siglos no se disponía de datos suficientes, todo apunta a que hubo un periodo inusualmente prolongado de 14 años consecutivos que guardan similitud con el actual periodo de ausencia de borrascas de SW y de sequía.
Saludos.
Siempre muy interesantes tus aportaciones y de un gran valor,en estos tiempos en los que cada vez los discursos,comodín del cambio climático para todo, son más viscerales y prefabricados que inteligentes y trabajados.