Saludos.
Un tema caliente, desde luego.
Yo fuí cazador y ví muchas animaladas por el monte de gente sin escrúpulos, de escopeteros que como no tenían objetivo a la vista se liaban a perdigonadas hasta con los gorriones (por pasar el rato).
No fuí de los cazadores que se sientan cómodamente en su puesto de caza, bien pertrechados de comida y bebida y esperan ver pasar a la pieza para abatirla. No. Comprendo que hay tácticas de caza que exigen eso mismo, pero a mi eso no me gustaba. Prefería recorrer el coto de caza, escopeta al hombro...acechar a la pieza y si habia suerte cobrarla. Pero en igualdad de condiciones, relativamente.
Muchas veces salí al monte pero no con la obsesión de tener que traer caza a casa, pues a parte de no hacer falta, tampoco era el objetivo primordial de mis salidas. Si había suerte, bien...y si no, tampoco me rasgaba las vestiduras.
Nunca me gustó el tipo de caza que puede verse en una película que me gustó mucho: Los Santos Inocentes, en donde el cacique o el señorito de turno se aprovechaba de sus criados para que le levantasen la caza, mientras él estaba sentado en su puesto..."a verlas pasar".
No estoy ni a favor en contra de que se cace; estoy totalmente en contra de los escopeteros que no saben distinguir un zorzal de un miruello, que tiran a lo primero que se mueve con el consiguiente riesgo de que en vez de la pieza, seas tú el que recibas la perdigonada; de los señoritos de ciudad que sin tener idea de lo que realmente se cuece en el monte, lo toman al asalto, campan por sus anchas y se creen los amos (probres amos) de un espacio que no les pertenece y que con sus actitud lo único que hacen es degradarlo aún más.
Tambien estoy en contra de los cazadores prepotentes y narcisistas, que por llevar una escopeta al hombro o colgada de él, o por llevar el último modelo en ropa de caza (ahí se diferencia muy bien que tipo de cazador es...
), se creen los amos del mundo, cuando son en realidad los mayores patanes.
Dejé la caza por diversos motivos que no vienen al caso. Ahora, prefiero apuntar a los animales con el objetivo de una cámara digital antes que con el punto de mira de una escopeta. Y sin embargo, no tengo nada en contra de los BUENOS CAZADORES.