A largo plazo sí parece que el azoriano cambia su eje y lo dispone de norte a sur. Un 1055, muy potente, al norte de Alaska, reconfigura la bolsa gélida polar y hace que en Europa se desarrolle una amplia borrasca que tiene la suficiente fuerza como para estropearle la larga siesta al azoreño en su propio nido. Los anticiclones poderosos suelen estar asociados a bajas bastante poderosas, también. El groenlandés facilitará el proceso, y es posible que a comienzos de la próxima semana se inicie una buena nortada en la costa atlántica europea con isobaras muy juntas y un mar de fondo, norte, bastante bestia, para el Cantábrico.
Yo no veo tanta persistencia anticiclónica, es más, a partir del miércoles el jet se nos mete por el norte, bastante fuerte, y la puede armar gorda por el Pirineo. Unos días más tarde va a estar ahí, también, empujando desde el norte hacia el sur. Iremos viendo.