Hola!
He tenido el "placer" de conocer al mosquito tigre en mis propias carnes.
Volviendo de un viaje (por los Alpes, una chulada, a ver si hago repor) paramos a dormir en el Cabo de Creus (Gerona), al raso, bajo las estrellas y esas cosas tan bonitas. Nos despertamos con brazos, piernas y cuello como un mapa de cordilleras en 3D, rodeados de nubes de mosquitos bastante grandes y a rayitas, menudos hijos de puta.
Son sin duda, ya me lo imaginé según maté a uno, mosquitos tigre. Las picaduras duelen mucho y, ¡al loro! creo que atraviesan con el aguijón ¡un forro polar!
Os saludo mientras me arrasco todo