Al día siguiente, no había parado aún de nevar, y La Vanguardia contaba esto:
Ayer á mediodía se serenó la atmósfera y muchas personas creían que se
•había levantado el tiempo, por cuyo motivóse dirigieron al Parque para con-
templar el panorama que ofrecía la rit-vada, al paseo de Colón y al de Gracia.
Sin embargo, á la una de la tarde vuivía á nevar copiosamente.
Da nuevo se despejó el tiempo; pero á las tres nevaba otra vez con una abun-
dancia inusitada, por manera que los transeúntes que no llevaban paraguas
quedaron blanqueados en un santiamén.
A la media hora brilló el sol y otra vez salieron caballeros y muchas señoras
y señoritas por las calles para contemplar la nevada.
Sufriéronse muchas caídas y algunas graves, porcuyo motivo aconsejaremos
•á.nuestros lectores que salgan lo menos posible de casa y que miren bien dónde
ponen el pió.
Muchos graciosos ó mal intencionados se entretenían en arrojar bolas de nie-
ve desde los terrados ó bien en la calle, dando algunas sobre los transeúntes.
•Deberían castigarse severamente estos excesos.
Al anochecer volvieron á visitarnos las nubes, cayendo pequeño granizo mez-
clado con agua. La temperatura era relativamente benigna, á causa de soplar
á intervalos el levante, ó sea el viento del primer cuadrante.
Los aficionados á la confección d« «abras artísticas» se entretenían en hacer
bustos de personajes más ó menos r e a b r e s y caprichosas figuras.
—Anoche, á las diez, continuaba nevando copiosamente en esta capital. ¡Es-
tamos aviados!
—Los coches-correos que en !a madrugada de ayer condujeron la correspon-
dencia á las estaciones férreas, fue preciso, á causa de la mucha niave, reforzar
los con tres parejas de muías, pues de otra manera no hubieran podido salir de»
la plaza de Cataluña. A pesar de todo esto, tan solo los correos de Manresa y
Madrid pudieron efectuar su salida, quedándose los restantes en sus respectivas
estaciones, en donde continúan hasta que se hallen expeditas las líneas. Hasta
ahora se hallan interceptadas las de Tarragona, Valencia, Gerona, Francia y
San Juan de las Abadesas, por causa de las nieves, con las de Valls y Litoral
que además lo están por el mar.
Correos no llegaron á esta capital en el día de ayer más que las primeras ex-
pediciones de Manresa y San Juan de las Abadesas.
Los carteros salieron de la Administración á repartir la correspondencia &
las siete y treinta de la mañana, trabajo que desempeñaron con mucha dificul-
tad, especialmente los del Ensanche, que materialmente no podían sostenerse
en pié.
Las noticias que tenemos respecto á comunicaciones no son nada satisfacto-
rias, pues según nos manifiesta el administrador de Correos señor Fernández
Duro, que durante el día de ayer fue varias veces á las estaciones férreas para
informarse por sí mismo de lo que ocurría, tan solo la línea del Norte se halla
«xpedita hasta ahora, habiendo llegado por le noche el tren-correo de Madrid.
—A pesar del frío que ayer hizo en esta capital, dos mujeres y dos hombres,,
llenos de furor, riñeron, causándose mutuamente varias heridas.
—Una joven cayóse ayer en la escalera de una casa de la calle del Hospital^
causándose una herida en la rodilla derecha, arañazos en las manos y contusio-
nes en el cuerpo.
—El portero de la casa número 9 de la calle Palma de San Justo estaba ayer
tarde sacando la nieve que cubría la claraboya, cuando de repente se le rompió-
ésta, cayéndose dicho sugeto, que quedó muerto.
—Un sugeto de 47 años quiso ayer tarde bajar por las escaleras de la Cate-
dral estando estas llenas de nieve, resbalando, y al caer se ocasionó una herida
en la cabeza.
—En la plaza del interior del Parque, mientras estaban algunos curiosos ayer-
tarde contemplando como unos jóvenes estaban haciendo grandes bolas de nie-
ve, uno de ellos notó con asombro que le habían escamoteado el reloj, sin que
pudiera sospechar quién fue el autor del hecho.