Frontera, con la mosca detrás de la oreja El sismo de 3,9 grados registrado a primera hora de este domingo en Frontera ha vuelto a poner en guardia a los habitantes de El Hierro. A lo largo de la crisis provocada por los sismos y la erupción submarina junto a la costa herreña, el principal caballo de batalla de los ciudadanos del valle de El Golfo desde su cierre a finales de septiembre, fue la petición de reapertura del túnel de Los Roquillos.
Conseguido este objetivo, primero de manara parcial de ocho de la mañana a ocho de la noche y desde el pasado viernes ya sin restricciones, la vuelta a la normalidad, era sólo cuestión de tiempo, pero durante los últimos días las cosas no parecen tan fáciles.
El aumento de la intensidad en los temblores y el desplazamiento del epicentro de los mismos a latitudes más septentrionales incrementa la intranquilidad de la gente.
Si la disminución de los temblores y su intensidad fue un factor fundamental en la toma de la decisión de reabrir el túnel, no es descabellado pensar que el aumento de ambos pueda desembocar en un nuevo cierre de esta importante vía de comunicación, o así lo temen los herreños.
De igual forma lo sucedido en La Restinga es un precedente que, consciente o inconscientemente, todos tienen en su cabeza cuando observan las similitudes entre lo que sucede estos días y lo que sucedió en las jornadas previas a la erupción en el Mar de Las Calmas. Si se produjera un sismo de 4.4 grados como el que originó la grieta al sur de la isla el estado de nerviosismo es muy probable que llegara a
cotas muy altas.
A todo esto además hay que añadir que la mancha verde producida por la erupción se extiende ya por el interior del golfo. Las consecuencias de esta llegada, concentración de la toxicidad aparte, no son tan importantes como lo han sido en La Restinga. El mar en la zona norte es más bravo que en la zona sur y más aún en esta época del año, por lo que las zonas de baño como La Maceta, El Charco Los
Sargos y otras no tienen gran afluencia salvo contadas excepciones: jornadas en las que se juntan mar en calma y muy buena temperatura.
En cuanto a la pesca -actividad centrada en el pueblo de Las Puntas- su volumen no alcanza ni de lejos al del sector presente en el puerto de La Restinga, aunque obviamente se verá igualmente perjudicado de manera proporcional.
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