Estoy hasta el mismísimo moño de expertos que lanzan su predicción, más bien vaticinio a pesar de su ciencia, yerran con estrépito, cobran además por ello y tanto medios como dirigentes se guían y fían de su presunta sapiencia para crear opinión (irreductible) losprimeros, y tomar decisiones los segundos. Y lo que es más inquietante, nadie asume responsabilidades.
Gracias Diablo y los demás por dejarnos ver el culo peludo y con celulitis de una ciencia a la que todavía le restan años y humildad para demostrarse a sí misma matemáticamente.
Poco más que añadir que no se haya dicho sobre la fiabilidad de los modelos climáticos incluso a corto, muy corto plazo.
¿Sabéis de algún arquitecto que predijera, mientras ardían, que las Twin Towers acabarían desplomándose? Ninguno. A posteriori, legión.
Saludos