No se vosotros estando aquí todos los días como no os dáis cuenta que las temperaturas siguen ciclos.
Pero
meteoxiri, quienes no se dan cuenta (o mejor dicho no quieren aceptarlo) de eso son precisamente los proponentes y creyentes de la conjetura CGA. Aceptar los ciclos (y sus consiguientes complicadas interacciones porque son de diferente periodicidad) significa desmontar la conjetura, ya que implica que las variaciones climáticas no pueden responder al inocente pero imprescindible CO2, al menos en el carácter dominante que la hipótesis supone.
Eso es algo que siempre hemos dicho los escépticos. Y claro que hay ciclos, entre ellos el muy claro de 60 años que quizás sea causado por la acción de los océanos, aunque también los hay de períodos (o cuasi-períodos) de 100, 500, 1000, 1500 y 3000 años, y más largos.
Lo notable es que tú no lo hayas comprendido hasta ahora, pese a todos los enlaces y a todas las veces que te lo hemos indicado.
El problema es que esos ciclos responden a causas poco o nada comprendidas, y que sus respectivas influencias no han sido cuantificadas.
Que el CO2 pueda tener algo que ver, es posible. Pero precisamente el hecho de que las temperaturas fluctúen, se estanquen e incluso descienden como está ocurriendo desde 2001 a pesar del continuo aumento de los niveles del CO2 atmosférico implica también que esos ciclos (y por lo tanto sus causas) son, de hecho, más poderosos que el CO2.
La conjetura CGA, sin embargo, propone que el CO2 es el mecanismo central del cambio climático. Y lo hace desconociendo a los ciclos y a sus posibles causas (todas ellas naturales), puesto que tampoco es capaz ni de explicarlos ni de cuantificarlos, y han supuesto en sus modelos que el clima existía en un estado inmutable e idílico hasta la aparición de la tecnología humana.
Esta negación de la realidad del sistema climático llevó a los creyentes de la conjetura CGA a afirmar primero que el calentamiento seguiría aumentando inexorablemente al aumentar los niveles de CO2.
Por eso el intento de negar los cambios climáticos (los aumentos y descensos anteriores de la temperatura), intentando borrar la Pequeña Edad de Hielo, el Período Cálido Medieval, etc, etc. Y por eso también, cuando comenzaron a darse cuenta del parón (es decir, de la demostración de que las fuerzas naturales eran las que provocaban los cambios climáticos), comenzaron a decir que se necesitarían plazos de 10 años para considerar que la conjetura era errónea. Y de esos diez años iniciales pasaron después a 15 y lo último ha sido de 17 años.
Como esos plazos ya se han cumplido o se están cumpliendo, algunos están proponiendo períodos más largos. Sin embargo, tengamos en cuenta que todo este jaleo del calentamiento global antropogénico se basa en el calentamiento producido entre aproximadamente 1975 y 1998, es decir un período de apenas 23~25 años (que como verás es un lapso que encaja perfectamente con un cuasi-período de 60 años: 30 de ascenso, 30 de descenso).
Y por eso tampoco tiene sentido la desesperación de algunos creyentes empecinados que se aferran a la esperanza angustiosa de que un fenómeno cíclico totalmente natural como ENSO aumente un poco y temporalmente las temperaturas, sin llegar a comprender que con eso están precisamente demostrando lo equivocado de sus creencias.
En definitiva, la conjetura es errónea porque niega la realidad de la naturaleza.