Si una hormiga se decanta por participar en el IPCC otra puede hacer lo mismo frente a la amenza del depredador. Al final todas deberían actuar frente al conjunto de cambios globales que amenazan su bienestar
Tú lo has dicho, “puede”. Pero resulta que las otras no hacen nada frente a los diferentes depredadores porque también están demasiado distraídas con “el IPCC”. “Todas Deberían” pero no lo hacen, y no lo hacen precisamente porque están más preocupadas por qué pasará en el próximo invierno. Que no digo que no sea importante,pero descuidan un problema más importante todavía (los depredadores).
De hecho ambos términos se han utilizado en el ámbito científico desde el inicio, siendo precisamente Calentamiento Global el término más reciente y menos empleado que Cambio Climático.
De eso nada. CG fue primero que CC. ¿De dónde vienen ambos términos? El concepto CG fue usado por primera vez en un artículo de la publicación Science en 1975 por el geoquímico Wallace Broecker de la Universidad de Colombia, de acuerdo a un artículo de la NASA. Jule Charney, del MIT, aunque usaba calentamiento global para referirse a la temperatura de la superficie terrestre, cuando hablaba de aumentos de dióxido de carbono, empleaba cambio climático. Entonces, en 1988, el científico de la NASA James E. Hansen catapultó el concepto tras advertir frente al Congreso estadounidense que el calentamiento global se podía vincular estrechamente a los gases de efecto invernadero.
Pero los intereses del partido Republicano de Estados Unidos han logrado persuadir a la mayoría de los líderes políticos y empresarios en la adopción del término. ¿Cómo lo lograron? Con una minuciosa estrategia de comunicación. En marzo de 2003, un memorándum filtrado del gobierno de George W. Bush reveló su estrategia para suavizar los daños al medio ambiente. El documento detalla que el consultor republicano Frank Luntz propuso este eufemismo. Este individuo se ha hecho famoso por introducir en los medios masivos conceptos como death tax y ayudar al gobierno de Israel para suavizar y justificar, con retórica, sus ataques militares al pueblo palestino. Luntz, consciente de que no se podía evitar el debate público sobre contaminación, optó por reformular el lenguaje del entonces y actual partido gobernante.
El memorándum, titulado La batalla de las comunicaciones ambientales, redactado en noviembre de 2002, advertía los riesgos de usar la expresión “calentamiento global” por su connotación catastrófica, mientras que “cambio climático” sonaba mucho más amable y fácil de usar. Sin embargo el término le ha venido muy bien a los defensores del CC y no hace falta ser un sabueso para darse cuenta que a los otros les ha salido el tiro por la culata.
Además, utilizar Cambio Climático en lugar de Calentamiento Global por ocultar algún tipo de desconocida tendencia justo cuando en las últimas décadas el calentamiento es más que manifiesto es un poco absurdo ¿no?
Pues eso es lo que estamos diciendo muchos. Pero es que ese término no se lo han inventado los escépticos, en todo caso los negacionistas de los USA, que ya hemos visto cómo les ha salido el tiro por la culata. Y es un término que está en todas partes, hasta en la sopa. Y por eso denunciamos la manipulación de no llamar a las cosas por su nombre exacto y que mejor las define, en vez de utilizar términos genéricos y menos concretos.