Llevamos poco más 15 días de invierno y el caprichoso clima de la Cornisa Cantábrica cuando le da por campear el viento Sur a sus anchas, hace que en pleno enero parezca primavera, las consecuencias más inmediatas en los seres vivos son casi automáticas:
Vuelan las abejas, crece la hierba, florecen veronicas, margaritas de los prados, corremuros, caléndulas, celidonios, ramilletes de prímulas y alguna que otra violeta.
Los avellanos no esperan más y ya muestran sus amentos masculinos colgando en abundancia en las matas más bajas del valle.
Las aves rebosan de actividad, no tienen problema para encontrar alimento y desde finales de Diciembre, es común ver en los prados una bandada de gaviotas reidoras siguiendo los prados que se abonan.
Siguen los suelos muy húmedos incluso saturados aunque ya se preparan algunos trozos de huerta para la siembra de ajos y guisantes.
De momento en el Valle de Cabuérniga, con el nuevo año, disfrutamos de un tiempo primaveral, pero nada raro ni extraño para el clima del Norte, seguro que ya las pagaremos y pasaremos frío.
Saludos.