Acabo de llegar y me encuentro con esto... amarga broma de un martes trece.
La barca del mas allá ha tomado tierra en Canfranc llevándose a uno de los mejores compañeros de este foro, en un largo viaje hacía tierras vírgenes que no conocen mas ruido que el trino de los pájaros, el arrullo del viento entre las copas del bosque y el murmullo del arroyo; sonidos de nuestra madre natura que tanto amaba este excelente compañero y que ahora serán para siempre en su nueva casa, allá en las altas cumbres del paraíso.
No lo conocí personalmente, pero el primer contacto que tuve con alguien de este foro, fue precisamente con este amable amigo, que me enseñó e hizo posible uno de los más bellos días que yo haya vivido en tierras pirenaicas. Él me indico un lugar mágico; el cañón de Añisclo, una jornada inolvidable, en un precioso lugar, donde conocí una de las mas humildes y bellas ermitas que haya visitado; la ermita de San Urbez; patrón de pastores y santo amante de la naturaleza. Un lugar encantado donde el arroyo discurre bravo, por un encañonado barranco, rodeado de bosque y rivera; la misma que estoy seguro, alineará su camino hacia su destino.
Querido amigo Samán, hiciste posible una jornada que me marcó personalmente; gracias a ti descubrí parajes de ensueño y gracias a ti he reído y pensado mucho en este foro. Gracias a ti...
Toda pérdida es lamentable, pero estoy convencido, que Samán no está perdido, simplemente ha emprendido un largo viaje hacia un lugar ignoto, donde nos esperará junto a los que antes partieron, disfrutando, como siempre, de la belleza y majestuosidad natural que tanto amaba.
Samán, gracias por todo; por tus consejos, tus palabras y tu compañía. Allá donde estés, recuerda siempre que aquí, cientos de amigos nunca te olvidarán.
Un abrazo a ti, y a todos los tuyos, un fuerte beso y el más grande de los ánimos.
Nos quedamos con lo mejor; como debe ser.
Haz tu camino en paz y descansa de las amarguras de esta vida, velando por los tuyos y cuidando desde allá, de esta hermosa y frágil tierra. Hasta luego amigo