Efectivamente, hay que buscar el menor impacto, no el que requiere más toneladas de hormigón (ese es el negocio, no te engañes).
Y, el menor impacto, aun suponiendo que haya que hacer estas macropresas (que, hoy en día, no tienen sentido), sería terminar con el Plan de Regadíos que es una estafa y un desastre. Si, lo que queremos es satisfacer determinadas necesidades regionales, con pequeñas represas en valles laterales o lejos del curso principal, sería más que suficiente, como se hace en los países modernos, sin necesidad de cortocircuitar y aruinar toda una cuenca fluvial a lo bruto, con un muro de decenas de metros de altura.
España es el país del mundo que, en proporción, tiene más presas. Con gran diferencia. Y esto es algo exponencial: cuanto más se tiene, más se malgasta y más se necesita.
Pero, no hay quién ponga "el cascabel al gato"... los negocios son los negocios y los valles de montaña, pues que se pudran.