Buenas noches,
En mi caso, cuanto más analizo los mapas que nos proponen todos los modelos para la primera mitad de esta semana mi interés por la situación no solo no decrece sino que aumenta a cada salida. El abrazo frío venido del Mediterráneo que prácticamente nos confirman las salidas de hoy significaría un nuevo enfriamiento del ambiente en el sur y este (amén del resto de zonas), y esta vez no algo fugaz o transitorio (si es que lo de esta última semana lo ha sido, que yo pienso que no porque en amplias zonas de interior el frío no se ha marchado en ningún momento), sino que ese tiempo entre nubífero y despejado del litoral sur-sureste, con brisas frías del este y sensaciones de elevada humedad, será extenso y prolongado desde mañana noche en adelante sin apenas visos de terminar (en la lejanía de los mapas más lejanos...).
Es cierto, como bien indica JoseJulio, que las condiciones generales no hacen pensar en un escenario aparatoso de génesis de bajas al sureste, Alborán o suroeste...pero sí es cierto que el alcance de la masa fría es contundente, el efecto de enfriamiento en la cuenca occidental del mare nostrum será evidente y que sus consecuencias nivosas en el norte de África serán llamativas.
Son estos días, jornadas de cierta reflexión (o debieran serlo) para aquellos que tengan demasiado cerradas sus "miras meteorológicas o climatológicas" (que no digo yo que haya gente así aquí, pero sí que la hay en el conjunto de la gente
). Para todos los que aun crean que en el continente africano no hace frío, para los que piensen que la nieve allí no se ve o, incluso, para los que creyeran que lo de las anomalías térmicas negativas es cosa de décadas pretéritas. Ya en la última semana , y más aun en la próxima, veremos colores rosáceos a destajo en los cercanos interiores norafricanos y mucho más allá, así como heladas desde la misma línea litoral. Y es que África, como España en la cara que mira al Mediterráneo, se comporta de un modo que podría considerarse "continental" con esos fuertes enfriamientos nocturnos que, como ya sabemos, vivimos también en nuestras costas orientales mediterráneas, con frecuencia más acentuados que en la propia cantábrica.
Sirva esta literatura mía para interpretar, de alguna manera, el panorama de esta semana: frío general (los mapas de mínimas para toda la semana son para enmarcar), abundante nubosidad circulando sobre las aguas mediterráneas y sin descartar en ningún momento que pueda adentrarse en los litorales levantinos, murcianos o andaluces (y por supuesto Baleares). Las posibles "sorpresas" que puedan deparar habrá que seguirlas en tiempo real con el radar. Entre el martes y el miércoles yo estaría atento, por si acaso.
Y le daría su importancia también al efecto de las bajas temperaturas (que tampoco hace falta que sean bajo cero) sobre las extensas áreas cultivadas del sureste peninsular. Valores mínimos varios días consecutivos entre 0 y 5 grados (seguramente por debajo a poca distancia de la costa) pueden deparar problemas. Ni que decir tiene que también por supuesto en zonas más interiores, con heladas más notorias, afectando a frutales ya en flor. A lo que hay que sumar máximas que en el mejor de los casos apenas llegarán a los 14 o 15 grados (cercanas más bien a los 10 o por debajo en la mayor parte de zonas). Se estiman, por ejemplo, máximas el lunes o el martes de 12 grados en Almería, a lo sumo.
Valores que, me gustaría recordar, se parecen a los que se registraban en los episodios de frío intenso de siempre (esos boletines antiguos en donde se reflejaba que la máxima peninsular se había registrado, por poner un ejemplo, en Murcia o Almería y había sido tan solo de 12 o 13 grados). Es decir, tiempo frío de riguroso invierno. Como ahora.
Como bien ha comentado algún compañero, las derivas de este tipo de situaciones en el plazo extracorto pueden deparar insólitas sorpresas, aunque es cierto que la perspectiva general nos habla de condiciones de frío considerable, pero calmado, con nubosidad mediterránea. Para el plazo extralargo...el asunto está tan interesante que sería verdaderamente inexplicable quedarse solo con las salidas que nos muestran el anticiclón en lo alto. Cosa que, por otra parte, no sería de extrañar en el largo y -aunque con mil matices- predominantemente continental invierno de nuestra Iberia.
Saludos!