Buenos días,
Si nos ponemos a criticar a AEMET por sus predicciones estacionales porque no nos gustan, vamos a ser justos entonces y critiquemos también las previsiones estacionales de los servicios meteorológicos del resto del continente porque van por el mismo camino. Adjunto solo 2 ejemplos: El servicio meteorológico oficial francés y alemán. En ambos países los colores marrones (anomalías de temperatura positiva) son los que aparecen también en sus respectivos países para este otoño. Y en el caso alemán en el pantallazo que he puesto también lo alargan hasta febrero.
Y conviene explicar lo que indica un mapa de previsión estacional porque da la sensación de que hay personas que los ven de una manera que no se corresponde con la realidad. Ningún mapa de estos está diciendo que no vaya a ver días por debajo de la media climática en ese periodo, ni mucho menos. Y por otro lado solo está diciendo el escenario más probable para el conjunto de ese periodo que no quiere decir que es el que se vaya a cumplir. En el caso de España se nos están diciendo que hay un 60% de probabilidades que acabemos el trimestre septiembre-octubre-diciembre en el tercil superior de las 3 categorías que hay (fría, normal y cálida). No dice más. Hay un 40% de probabilidades de que que eso no ocurra. Por tanto, ¿es más probable que acabemos con temperaturas por encima de nuestra media climática en este trimestre? si, ¿es lo que va a ocurrir? no tiene porqué. No está diciendo nada más. Y todos los organismos meteorológicos europeos más importantes están diciendo lo mismo, que por otra parte tiene todo el sentido porque venimos de una inercia cálida incontestable. No hace falta ser muy listo para decir que lo más probable es que sigamos con esa misma tendencia en este trimestre. Que insisto, eso no tiene nada que ver en que tengamos semanas por debajo de nuestra media climática como parece que puede ser la siguiente. Una cosa no contradice a la otra. Hay que distinguir una predicción estacional, mensual o anual con el tiempo diario que tenemos. Son cosas distintas. La memoria meteorológica es muy corta y cuando tenemos un episodio aislado destacable (ya sea por temperaturas bajas o precipitaciones intensas) ya nos parece que hemos tenido en el conjunto de la estación lo mismo. Ejemplo, la archinombrada Filomena marco unas anomalías negativas en aquel enero de récord en numerosos puntos de nuestra geografía. Pues bien, el conjunto de aquella estación y en el conjunto del país no pasará a la historia por fría puesto que luego en febrero y marzo la cosa pasó al otro extremo en numerosos puntos.
Hay que tener cuidado al ver cualquier mapa con colorines sin más, sin ver lo que significan. Vuelvo a decir, que se nos diga que hay algo más de probabilidad (60%) de que este trimestre vaya a ser más cálido que lo que correspondería no es para demonizar a AEMET ni al resto de organismos oficiales meteorológicos. Pueden acabar acertando o no. Si aciertan yo no descorcharé ninguna botella, pero si fallan tampoco les voy a crujir.
Saludos.
Si te fijas bien, no se está criticando solo a AEMET, si no a las predicciones estacionales en general.
Es cierto que venimos de una inercia cálida y en base a ello los modelos pueden elaboran una previsión trimestral en ese sentido. Por eso eso mismo es criticable, pues si te basas en la inercia -y ya sabemos que en cualquier momento la inercia meteorológica cambia o puede cambiar-, las previsiones se pueden ir al garete.
Pero es que, además, la mayoría de los organismos en sus predicciones van cogiditos de la mano por las razones que todos conocemos (aunque algunos no lo quieran reconocer), en el sentido bien apuntado por Batracio. Siempre predicen lo mismo, temperaturas por encima de lo normal y lluvias por debajo, ya sea para uno o varios países o regiones con climas distintos.
Lo de la corta memoria meteorológica...siempre me ha parecido un tópico. Es como cualquier otra del ser humano, ni mejor ni peor ni más corta ni más larga. Es más, la «memoria meteorológica» puede ser "mejor" que otras, pues la influencia del tiempo en las acciones humanas es importante como todos sabemos y los eventos meteorológicos tienden a ser recordados bastante mejor que otros.
Hablando de esa memoria meteorológica, vamos a poner el ejemplo de la primavera. Allá por finales de febrero, en artículos de portada de esta y otras webs, se hacían predicciones sobre marzo o sea, a plazos de menos de un mes. Se hablaba de que iba a ser un marzo cálido y seco, luego resultó lo contrario, ¡en una previsión a menos de un mes vista!. Asimismo, la previsión trimestral sobre la primavera de AEMET y demás organismos asimilados indicaban que iba a ser seca y cálida -con todas las probabilidades que uno quiera y sus matices-, pues bien ¿cómo resultó la primavera? Húmeda, con más nevadas en las montañas que durante todo el invierno, y en cuanto a temperaturas dos de los tres meses estuvieron por debajo de la media (con una entrada fría muy destacable a primeros de abril), aunque el importante evento cálido de mayo hizo subir las medias al final. En resumen, las previsiones erraron.
Si las previsiones semanales cambian cada vez que se actualizan los viernes, las trimestrales te dan un 50 o 60% de probabilidad en un sentido o en otro, además de no poder prever eventos importantes -que son los que en buena medida van a definir el mes o incluso la estación- pocos motivos hay, la verdad, para hacer caso a estas previsiones, menos aun para amargarse con ellas como a alguno le pasa.
Por otra parte, AEMET es un organismo público perfectamente prescindible, que nos cuesta una buena pasta, independientemente de sus aciertos o fallos. Y por supuesto, sujeto a las críticas que puedan corresponder, faltaría más, de la misma manera que otros organismos europeos.