Yo estoy con Mor. Si hemos criticado el palo de hockey no hay que ser menos con cualquier estudio que relacione anillos de árboles con temperaturas ya que debemos relacionarlo en su justa medida.
Para saber que opinan los expertos en vegetación, como son los agricultores, y establecer, si es posible, una serie de factores que influyan en esos anillos, todos los payeses con los que he hablado coinciden en que el factor más importante con diferencia es la lluvia (sequía o no) seguida de las horas de sol (orientación y ubicación) y como tercer factor, ya menos influyente, sería la temperatura habida entre primavera y otoño. Así, decir que 1046 o que el siglo XI fue más fresco que anteriores o posteriores, pués es poco más que una suposición.
Respecto a ese siglo XI, Inocencio Font Tullot en su libro Historia del clima en España nos dice:
"En España, el siglo XI sigue manteniendo la tónica seca de los siglos precedentes, aunque se observa cierta tendencia cálida, corroborada por la escasez de noticias sobre invienros severos, que se reducen a las grandes nevadas de 1009 en el centro de la península y a los intensos fríos de los primeros meses de 1077. De sequías hay noticias de una muy grave y general en el invierno 1057-58 y de las de los años 1088 y 1094; mientras que respecto a lluvias extraordinarias solo sabemos de las registradas en la Meseta sur durante el invierno de 1084-85." Págs. 59-60. Ni una referencia a los años 1046-47.
Yo añadiré que no se puede establecer como fué el tiempo hace 1000 años por las noticias que nos llegan que son muy escasas y locales y relacionadas con hechos bélicos. Yo os invito a investigar en los archivos y vereis que antes del siglo XVII hay muy poca cosa pero es que antes del siglo XIV las referencias escritas son prácticamente nulas y si las hay, siempre con un componente religioso importante, no son extrapolables a un gran territorio.
Respecto a esto, me gustaría matizar un poco.
Lo que remarco en negrita es cierto, pero no en todos los casos invalida los análisis en dendrocronología climática, y no lo hace porque dichos análisis se realizan aplicando "factores limitantes".
¿En qué consiste esto?
Se basa en el hecho de que el crecimiento de los árboles viene marcado por una serie de factores limitantes dependientes de la estación (lugar en el que crecen), por ejemplo el agua, el frío, la competencia, etc..., pero en algunos casos existe uno que predomina sobre los otros claramente, y será el que más influya en el crecimiento anual del árbol.
En función de esto, cuando analizan una muestra de anillos de un árbol con la intención de reconstruir las condiciones climáticas pasadas, se suele discriminar la zona de recogida de datos en función del parámetro a estudiar.
- Para temperatura, se buscan árboles cercanos al límite altitudinal de crecimiento árboreo, que tengan en el frío su mayor limitante.
-Para precipitación se buscan los de zonas desérticas o rocosas, en las que la disponibilidad de agua sea clave. Por ejemplo he tenido la oportunidad de observar series de más de 200 años en pinos de Arizona y la correlación precipitación-anchura de anillo, es muy buena comparando con los datos disponibles.
Esto se observa bien en algunas series gallegas de roble, en las obtenidas en el Xistral (sierra del norte de Lugo) se ve bien como el crecimiento está muy influenciado por la temperatura, no mostrando ninguna sensibilidad a la sequía, ya que es una zona en la que es inexistente (zona de turberas de cobertor). En cambio en series de las Fragas do Eume en Coruña si se aprecia un correlación importante con la precipitación de comienzos de verano.
Como curiosidad en muestras de Ancares, se aprecia perfectamente el año sin verano (1816) con un crecimiento mínimo.
En cualquier caso, no es un trabajo sencillo, se necesitan muchas series y muchas muestras, para poder identificar perturbaciones locales, plagas, anillos de helada, etc.
Y por supuesto cualquier reconstrucción a partir de datos dendrocronológicos será más o menos fiable en función de la robustez del análisis estadístico, por lo que podemos encontrarnos con series muy fiables y otras que sean como monos escribiendo cifras en una máquina de escribir.