Me temo que aquí sí que estás confundido de cabo a rabo, chavalote. No metas a las cigueñas para explicar tus hipotéticas teorías. El cambio en la migración de las cigueñas NO está producido por un eventual calentamiento climático. Intentaré explicarlo con brevedad.
Para empezar sólo ha cambiado el comportamiento de algunas cigueñas, no de todas. Fundamentalmente se trata de parejas o grupos de cigueñas cercanas o residentes en núcleos de población de la mitad sur del país (aunque este dato no es trascendental, pues la meteorología (más benigna por aquellos lares que en zonas norteñas) no es el factor limitante para esta especie, como después explicaré) y, muy importante, con sus nidos y lugares de campeo situados próximos a GRANDES VERTEDEROS o FUENTES CONTINUAS DE ALIMENTACIÓN (esto SÍ es lo importante).
Bien, por partes, la cigueña, como la mayor parte de las aves (en caso de aves acuáticas como los cormoranes no sucede esto y por eso se "ponen a tomar el sol") tiene un excelente aislamiento con respecto a la climatología que la rodea. Es decir, no pasa frio en absoluto, ahuecan sus plumas y punto (como sucede con los gorriones y petirrojos, que se ponen "gorditos" en invierno). Esta circunstancia es facilmente comprobable con dos hechos:
- Las cigueñas retornan a sus nidos en febrero, cuando suelen
[BORRO LO DE ENTREMEDIAS PARA QUE NO SALGA MUY LARGO]
Un abrazo para todos y, por cierto tronco, no mezcles churras con merinas
Pek: estoy de acuerdo contigo en que la abundancia de basuras puede haber afectado a los hábitos invernales de algunas cigüeñas en el centro y noroeste de España. Pero en el sur no son casos puntuales: allí la aglomeración invernal de cigüeñas es simplemente espectacular. Yo creo que a latitudes andaluzas inviernos más cálidos bien pueden conllevar más alimento. Lo cuál no demuestra nada respecto al cambio climático, por supuesto. Una cosa es un ciclo de inviernos más suaves y otra que eso demuestre una tendencia a largo plazo.
Bien, esto que dices creo que debe ser bastante matizado. Creo que la explicación a esto ya la dí en mi primer y enoooooorme (ya lo siento) post. A ver si en este consigo dejarlo más claro
. Esta vez utilizaré datos reales para intentar hacer más gráfico el asunto.
Según el VI Censo Internacional de Cigüeña Blanca, elaborada por la SEO, el número total de PAREJAS de esta ave que se reprodujeron en España ascendió a 32.923. Es decir, el número total de individuos (contando que más o menos se ponen 3 o 4 huevos por año y pareja y que el 65-75% de los polluelos muere en los primeros meses de vida. Contamos por tanto con un juvenil por pareja reproductora) de la blanca zancuda se situaría en torno a los 100.000 ejemplares en nuestro país. Bien, según el censo de cigüeñas invernantes en España (realizado a principios de invierno. Asunto muy importante como luego explicaré), el número de ellas subía hasta los 32.000 individuos.
Por tanto, a bote pronto, SÓLO (que ya es mucho) el 33% de los ejemplares españoles de cigüeña blanca invernaría en nuestro país. Hay que tener en cuenta que en este censo se contaron todas las cigüeñas que vieron sin distinguir su país de origen (no se miraron anillas y tal, simplemente se hizo un conteo. Me imagino que este tipo de censos se irán especializando), circunstancia que puede llevar a error, ya que NO todos los individuos que vieron eran españoles con toda seguridad. Habría que averiguar el porcentaje, pero hay que tener en cuenta que la ruta occidental de migración es utilizada por cigüeñas de muchos países de Europa Occidental, si bien el contingente más elevado, con diferencia es el español. Por tanto, de los 32.000 no todos son españoles pero si su inmensa mayoría.
Más cosas y aquí viene lo importante, el censo y la observación de cigüeñas invernantes se realizó a PRINCIPIOS DE INVIERNO (se deduce que eso concuerda con finales de diciembre más o menos). En esa época, como ya expliqué en mi primer post, muchas cigüeñas ya han regresado al solar ibérico pero NO a sus lugares de reproducción sino que permanecen divagantes por el suroeste peninsular en grandes bandos. Se debe recordar que esta especie no inverna en áfrica en sentido estricto sino que OTOÑAN. Es decir, muchas de ellas pasan 2 meses y medio (septiembre, octubre y primeros de noviembre) en África y vuelven al SO español. Voy a intentar esquematizarlo. Situación en el Suroeste Peninsular:
- Primeros de agosto: abandonan el nido (en todas partes)
- Mediados-finales de agosto: las cigüenas ibéricas se juntan en el sur peninsular con el resto de las europeas occidentales. Primeras grandes concentraciones de zancudas en la zona (en total habrá cerca de 150.000 individuos en Europa occidental que utilizan esta ruta de migración).
-Primeros de septiembre-noviembre: la mayoría de las cigüeñas está en África. ALGUNAS se quedan en el SO Ibérico (no se sabe el número exacto, aunque parece que cada vez más) en esta época.
-Mediados de noviembre: MUCHAS (cada vez más) cigüeñas regresan de sus cuarteles de OTOÑADA en África y se establecen en el SO peninsular, donde se unen a las que se habían quedado allí todo el año. (Existen razones para explicar esto (climáticas y no climáticas) pero sería demasiado extenso, ya que implicaría a factores no dependientes del territorio español, sino fundamentalmente de suelo subsahariano.) Vuelven a aparecer las grandes concentraciones de estas aves.
-Mediados-finales de enero: regresan a España el resto de las cigüeñas que quedan en África. Se unen con los grandes bandos ya exsitentes por las anteriores circunstancias en el sur peninsular.
-Primeros-mediados de febrero: cada pareja de cigüeñas regresa a sus lugares de nidificación (Castilla-León, Aragón, donde sea) desde el SO Ibérico.
Conclusiones: es fácil ver cigüeñas en el sur peninsular en casi cualquier época del año. Existen grandes bandos de cigüeñas en dicha zona entre los meses de AGOSTO-SEPTIEMBRE y MEDIADOS DE NOVIEMBRE-FEBRERO. Esto ha sido SIEMPRE así, lo que sucede es que cada año hay más cigüeñas que regresan en noviembre de África y pasan TODO el invierno en el suroeste español (insisto en que las cigüeñas otoñan, no invernan en sentido estricto. Y siempre ha sido así también. Lo que pasa es que en Castilla a lo mejor no se las ve/veía hasta mediados de febrero-primeros de marzo, pero eso no quiere decir que no llevaran en Huelva y Cádiz 3 meses). Por tanto, el pico de abundancia de Noviembre-Febrero se ha visto incrementado mucho en su primer mes con respecto a lo que sucedía en el pasado (muchas volvían en enero) y eso genera que las cigüeñas pasen el invierno (en sentido estricto) en territorio español. Pero muchas de ellas ya han pasado previamente 2 meses en África. Muy a tener en cuenta este hecho ya que se conserva, por tanto, el núcleo central de la migración que es en OTOÑO, pero se pierde el núcleo final en INVIERNO.
Otra conclusión, los estudios y censos de individuos que no salen de España NUNCA deben hacerse a mediados de octubre-primeros de noviembre, jamás después. Si se hace a primeros de invierno obtenemos un dato erróneo como ya he dicho. El único estudio hecho de este modo hasta la época al que he tenido acceso es de llos días 4 y 5 de noviembre de 1.995 (tomaroslo como aproximativo). Se contaron 7.594 cigüeñas, la mayor parte de ellas en Doñana-marismas del Guadalquivir, con algo más de la mitad de las cigüeñas "invernantes" (término que lleva a equívocos en el caso de esta bella ave) (3.879 individuos), computándose en distintos VERTEDEROS otro tercio (2.396 ejemplares); el resto se reparte por pequeñas lagunas del cuadrante suroccidental peninsular. De todas ellas, Huelva acoge 3923 individuos, Badajoz 1.264, Cáceres 847, Cádiz con 697 y (ojo) MADRID con 493. Por tanto, pensanso que los casi 500 ejemplares que invernaron en Madrid se alimentaron (por todo lo que expliqué en el otro post) en vertederos, nos quedarían otros 2000 indivisuos con el mismo sistema de alimentación en el suroeste español (incluyo Extremadura como SO. Badajoz lo es fijo, sin duda). Por tanto, se confirma que el "efecto vertedero" no es exclusivo del centro peninsular, sino que se extiende al suroeste. Además, cabe la posibilidad de que las aves de las marismas también visiten vertederos en busca de comida fácil (más que los escurridizos peces). Lo contrario (que las de vertedero visiten puntualmente las marismas) también puede suceder, aunque me resulta más extraño pues se complica el tema de adquirir alimento. En cualquier caso, los vertederos son prácticamente indispensables en muchos casos. Y, cabe la posibilidad (es una hipótesis), de que sin ellos esos individuos se vieran obligados a emigrar.
Una última cosa, la alimentación en el caso de las aves marismeñas (al margen de eventuales visitas a vertederos) se produce fundamentalmente por dos especies introducidas (vuelve a darse el caso del hombre como alterador de sistemas naturales): el cangrejo rojo americano y la carpa (sí, la carpa NO es autóctona) que han modificado ampliamente el ecosistema, por cierto. Y me direis, ¿acaso no había antes cangrejos de rio y peces autóctonos de los que se alimentasen las zancudas?. Pues sí, los había, pero no en el numero exagerado de las poblaciones de introducidos (ya que no cuentan con depredadores naturales en la zona e introducen cambios en el sistema a conveniencia. Es el ejemplo de la llegada de los europeos a América: fundieron a todos los indios s base de enfermedades), lo que facilita la captura por parte de aves y el mayor número de éstas: mucho más alimento. El tema es muy sencillo. Por cierto, aunque parezca de coña, el invierno del sur español es suficiente (y sigue siéndolo), en casi todas partes, para provocar que las presas naturales de las cigüeñas se rarifiquen hasta casi desaparecer (algunas especies no son así, pero son contadas y en número muy limitado, incapaz de sotener a semejante población que hay en la actualidad en la zona en esos meses) . Permitiendo (si sólo hubiera esta fuente de alimentación), como antiguamente, que sólo un número limitado de zancudas se alimenten en la zona y no migren. Repito que toda la vida, incluso en los peores inviernos, se han quedado un determinado número de ejemplares en la zona, alimentándose de esta fuente limitada. Pero ahora, las oprtunidades se disparan y las cigüeñas son listas. El eventual calentamiento del planeta generará estos mismos efectos al aumentar la disponibilidad de comida, pero de momento, las razones de este aumento de alimento no hay que buscarlas en el clima, sino en los hombres.
Espero que con ésto quede desmontado el repetitivo y equivocado (hasta ahora, ya veremos que pasa si las temperaturas suben 4 ºC) discurso de que existe cambio climático porque las cigüeñas han variado su ciclo migratorio. Éste ha cambiado, aunque no tanto como cree la gente, pero NO por causa del clima.
Un abrazo