Dejemos una cosa clara: el clima de la tierra ha cambiado muchas veces y varios de esos cambios han tenido consecuencias históricamente verificadas. El más obvio de todos, el que causó la desecación del desierto del Sahara, y su avance hacia el norte y hacia el sur. Hace ocho mil años, este desierto no existía como tal. Hace seis mil, la desecación era muy perceptible en su parte oriental, y de hecho el famoso relato de la lucha entre los dioses egipcios Horus y Set no es sino una mitificación de la lucha de los agricultores del valle del Nilo contra el desierto. En tiempos de los romanos había avanzado mucho, pero el Atlas era aún lo bastante húmedo para que allí vivieran elefantes. En tiempos de los visigodos, su avance hacia el norte ya estaba causando sequías importantes en España. Los almoravides migraron hacia el norte huyendo de una desertificación cada vez más intensa. En la Lara Edad Media aún era factible cruzarlo en camello, pero en la baja ya no, tanto se había extendido, y esa fue una de las causas de que los portugueses se lanzaran a la exploración atlántica. Esto es un señor cambio climático, con graves consecuencias, y sin embargo el hombre nada tuvo que ver. ¿Por qué será que los calentólogos nunca hablan de esto? ¿Tal vez porque muchos, si lo supieran, se volverían escépticos ante la idea de que sean las emisiones de carbono las que estén causando un cambio climático que tampoco está tan claro si es tal o solo una fluctuación natural del clima? Dejo la pregunta planteada.