Este verano "intenté" llegar hasta Poncebos, después de unos 25 años, porque le había hablado hasta la saciedad a mi hijo de la vista del Naranjo desde Camarmeña, cuando aún había que llegar hasta ahí andando o en burro. Tuve que dejar el coche a unos 2 km a ojo...después de que casi me diera el pasmo...Funicular a Bulnes en teoría para lugareños pero atestado de holandeses ebrios de metros sobre el nivel del mar...Decenas de personajes con zamarra fosforito indicando al personal lo que tenía que hacer en cada momento...Nueva carretera a Camarmeña, supongo que ya hace bastantes años, y me parece bien...Hordas de garganteros del Cares....
Subimos a Camarmeña por el viejo camino, con más zarzas de lo debido, ya no hay cabras que las coman...Arriba un par de bares, como siempre...NADIE en ellos...Merienda de chorizo dabuten, cabrales y unos culines de sidra, coca cola para el peque, aún no es tiempo con 13 años para el alcohol light...el NARANJO seguía ahí, y no había nadie para ver los últimos rayos del sol sobre él y comprobar el porqué le llaman así...Tampoco había casi nadie al día siguiente en los Horcados Rojos para ver como el sol de la mañana lo hacía más bello a pesar de contemplarlo solo 200 m por debajo de su cumbre...Los Picos estaban a salvo, las hormigas solo estaban en su pies...
Seguiré no obstante refugiado en mis montañas del oeste del Bierzo...