Hoy, ha sido un día triste, ayer moría, Nando, mi vecino, a los 80 años de edad, Carmoniego de nacimiento y que fijó su residencia enTerán. Un hombre del campo, trabajo desde niño, con el ganado y después como talador de montes, (Pinos y eucaliptos), al mismo tiempo que mantenía su cabaña de vacas y ovejas, en jornadas de sol a sol, en invierno o verano, con lluvia o con frío, con viento con sol, en fin una persona que dependía del tiempo reinante para su trabajo. Dentro de sus conocimientos, era muy seguidor de Las Témporas, y siempre me comentaba en los otoños su pronóstico. (este año, debido a la enfermedad que padecía y que le impedía hablar, no pude tener esos ratos de charla con el sobre el tiempo), siempre me decía, que estás acertaban y que tenían pocos fallos. El heredó la costumbre de sus padres y abuelos y a su manera las interpretaba.
Esta tarde, cuando su cadáver llega al Valle de Cabuérniga, para darle sepultura, parece que el tiempo, quiso hacerle homenaje, al dejar la tarde soleada con el viento del SUR, campeando de forma débil, pero templando el ambiente y despejando de nubes la totalidad del Valle, para que esos montes que tanto frecuentó, pudieran rendirle su último adiós.
Falleció en el periodo de Las Témporas y en cierto modo, también quiero hacerle este pequeño homenaje. D.P.