Me temo que disiento contigo en lo que respecta a la escasa contribución de los factores naturales a las variaciones de temperatura, pero me encanta que hayas introducido la filosofía existencialista, que, si bien tienes toda la razón cuando dices que no resuelve absolutamente nada, sí que da pie a plantearse el resultado de las lecturas que nuestros hipotéticos descendientes realicen (dentro de diez o veinte siglos) de sus estudios paleoclimáticos.
Largo lo fías con uno o dos milenios. Pero ya que estamos en plan filosofía-ciencia-ficción pues vamos allá.
¿A qué motivos achacarán nuestro clima?
Si por "nuestro clima" te refieres al que hemos disfrutado desde aproximadamente el inicio del Neolítico hasta el presente, pues no creo que difiera gran cosa de lo que sabemos hoy en día. El conocimiento será más detallado y preciso pero las grandes preguntas ya tiene respuestas fiables. Los flujos y reservorios del CO2 y otros gases de efecto invernadero (GEI) se han visto afectados desde el momento (milenios atrás) en que el ser humano comenzó a alterar el medio de forma significativa mediante principalmente el cambio de usos del suelo (deforestación, incendios, cultivos), sin olvidarnos de la extinción de megafauna y la domesticación de especies. El proceso se acelera de forma exponencial con la era industrial donde el uso intensivo y creciente de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) ha supuesto la liberación de ingentes cantidades de GEI a la atmósfera previamente secuestrados en depósitos geológicos. El resultado es que desde el inicio de la era industrial la contribución de los factores antrópicos al forzamiento radiativo responsable del calentamietno global observado es claramente mayoritario frente a los factores naturales (actividad solar, radiación cósmica, volcanes, ciclos oceánicos). Y desde 1950s (hasta hoy) son responsables de >100% del calentamiento observado (compensación por aerosoles también antropogénicos). Así que no creo que las conclusiones de los científicos del futuro sobre nuestro clima actual varíen sustancialmente de estas ideas bien establecidas.
¿Será el impacto de su capacidad industrial tan superior al nuestro como para menospreciar la influencia de nuestras actuales emisiones?
Ni idea. Pero por su bien espero que no sea así. Vamos camino inexorable de un aumento de 1.5ºC en la temperatura media global respecto al inicio de la era industrial, y con gran probabilidad llegaremos a 2ºC sino reducimos drásticamente las emisiones de GEIs. Una variación térmica equivalente a la mitad de una transición glaciar-interglaciar comporta necesariamente cambios relevantes en el sistema climático y todo lo que dependen de él, incluida la biosfera.
¿Valorarán por encima de ella los factores naturales y el clima espacial que nosotros (en mi opinión, equivocadamente) tanto menospreciamos?
A la vista de mi respuesta a la primera pregunta no debería ser así, al menos en el periodo acotado (era industrial hasta el presente). Lo que pase realmente en los próximos siglos es imposible saber e inútil predecir, excepto para plantear escenarios hipotéticos bajo premisas posibilistas.
¿Repetirán nuestros errores?
Si te refieres a provocar un CGA potencialmente peligroso, espero que no. De lo contrario no habrán servido para nada siglos de conocimiento acumulado. Pero lo mismo puede aplicarse con las guerras, el hambre, la desigualdad social, discriminación, etc. Al fin y al cabo somos vehículos orgánicos evolucionados con el fin de transmitir genes a generaciones futuras. Mientras que la supervivencia y reproducción sean los motores biológicos que priorizan lo individual y, a lo sumo, lo tribal, es probable que sigamos cometiendo los mismos "errores" como sociedad y especie.
Si te refieres a una supuesta infravaloración de los factores naturales, entonces tu enfoque está errado. En los estudios de atribución se consideran todos los posibles contribuyentes conocidos y relevantes, tanto naturales como humanos. Y los resultados son los que son.
Me resulta especialmente interesante esa consideración que haces cuando indicas que, puesto que la humanidad forma parte de la biosfera, nuestra contribución debería ser integrada dentro de las aportaciones naturales en un escenario de cambio climático antrópico. A fin de cuentas, nuestras emisiones se derivan del proceso de quema de materiales que (hipotéticamente) igualmente podrían entrar en combustión por (sólo por poner una de tantas posibles causas) actividad volcánica, lo que nos llevaría a concluir que, puesto que nuestros combustibles son finitos, también lo son sus correspondientes emisiones y el periodo temporal en el que estas se realizan. Pero dado que la biosfera (sin degradarse irreversiblemente) solo puede soportar un cierto porcentaje de emisiones durante un cierto periodo de tiempo, me pregunto en qué punto de esa relación nos encontramos y en si las futuras aportaciones (sean estas humanas o naturales) variarán en mayor o menor medida el devenir del periodo climático que le ha correspondido a nuestra especie y hasta qué punto influirá (si lo hace) en los siguientes periodos.
Algunos estudios (
https://www.nature.com/articles/nclimate3036) muestran que si quemásemos todos los recursos fósiles conocidos y disponibles actualmente (no las reservas supuestas o futuras) estimados en 5 billones de toneladas de carbono, el aumento de temperatura global llegaría a los 10ºC sumando el CO2 y otros GEIs. Es decir el equivalente a dos deglaciaciones cuaternarias consecutivas en unos pocos siglos. Teniendo en cuenta que la sensibilidad climática en equilibrio estaría entorno a +3ºC (1.5-4.5ºC) con la duplicación del CO2 atmosférico (i.e. de 280 a 560 ppmv) y que aun estamos sobre las 410 ppmv, entonces tenemos aún un amplio margen para seguir empeorando la situación con la emisión sostenida de GEIs. Además no hay que olvidar que los efectos climáticos causados tienen una gran inercia temporal, puesto que el tiempo medio de vida del CO2 en la atmósfera es de siglos. De todas formas no llegaremos tan lejos por pura lógica económica y de eficiencia energética. Mucho antes deberíamos culminar una transición hacia fuentes no fósiles y dejar en el suelo las reservas más caras, contaminantes y difíciles de extraer. Así que, en términos de emisiones derivadas de GEIs, hay un límite por rendimiento anterior al máximo físico, y a su vez otro umbral climático previo recomendable (antes de superar los +2ºC globales).
En cuanto a los efectos a largo plazo que nuestras emisiones pueden tener sobre los periodos climáticos, hay estudios (
https://www.nature.com/articles/nature16494) que muestran que los niveles de CO2 actuales y futuros serían incompatibles con una próxima glaciación que debería tener lugar dentro de unos milenios. El desencadenamiento de una glaciación está relacionado dos factores principales: una baja irradiancia solar estival en el hemisferio norte dependiente de las variaciones orbitales y del eje terrestre (Ciclos de Milankovitch), y unos niveles bajos de CO2 en la atmósfera inferiores a 240 ppmv. Así que sí, parece que nuestro efecto planetario es intenso y duradero, por supuesto no sólo en cuestiones climáticas y de GEIs.
Estoy plenamente convencido de que muchos se rasgarían las vestiduras y suplicarían a los dioses para que les enviaran un cataclismo planetario si se llegara a demostrar que, dentro de un periodo de un millón de años, los humanos, no somos más que unas pulgas presumiendo ante un espejo sobre nuestro limitado conocimiento.
Tampoco nos pongamos melodramáicos. El conocimiento se construye de forma acumulativa, pero no significa que se haga de forma lineal. Hay saltos y aceleraciones que nos permiten alcanzar cotas relativamente elevadas en ciertos periodos. Desde los años 1970s en adelante, la ciencia del cambio climático ha crecido exponencialmente y en la actualidad tenemos unas bases sólidas bien asentadas sobre las principales preguntas. Me remito a la primera respuesta al decir que no creo que las conclusiones de climatólogos del futuro sobre el CGA de las últimas décadas cambie sustancialmente respecto a lo que sabemos hoy en día.