Por la comarca del Valle de Cabuérniga, el rebollo,(Quercus pyrenaica) es conocido vulgarmente como Barrosco o Tocio. Se halla tanto puro como hibridado con Q. robur y Q. petraea.
Es un árbol muy sufrido, soporta lo insoportable, desde sequías, nevadas, heladas, periodos muy húmedos.... pastoreo extensivo y abusivo, incendios, suelos muy degradados, el hacha y muchas de las veces los desbroces mecánicos y las quemas controladas.
Coloniza los suelos degradados y convive con las helecheras y zonas cubiertas de matorral (Ulex europeaus), soportando cada cierto tiempo los incendios y las quemas ganaderas.
Si no se le molesta demasiado, llega ha formar bosquetes, más o menos homogéneos y con porte arbóreo, dejando de crecer bajo ellos el matorral.
Tiene un periodo vegetativo muy corto, de finales de mayo a últimos de Octubre, soliendo le quedar la hoja en el árbol en estado marcescente casi hasta la salida de la nueva. Suele ser muy productivo, aunque es muy dado a la vecería.
Su utilidad principal ha sido la de utilizarlo para combustible (leña), hoy cada vez se utiliza menos, lo que ha permitido que se haya regenerado en todas las laderas cercanas a los pueblos.
Pero su principal función actualmente, es la de colonizar las laderas de los montes cubiertas de matorral, evitando la erosión y creando un vuelo arbóreo, proceso lento debido a los incendios y pastoreo, pero que poco a poco se está consiguiendo.